jueves, 21 de mayo de 2015

Público, trascendente, importante.

Hola...

-¡Hola! ¿Qué tal?

Bien...

-No habíamos hablado hace bastante.

Sí, no me animo a hablar.

-¿Por qué? Al principio parecía hacerte muy bien.

Soy así. Parto con mucha energía, pero me desinflo en el camino. Parto pensando que tengo mucho que decir, pero pronto me doy cuenta de que ¿a quién le importa lo que tengo que decir? Internet está lleno de personas que dicen lo que piensan, con más estilo que yo.

-A mí me agradan estas conversaciones. Ustedes me hacen reír. Ahora, por ejemplo, me haces pensar que en realidad estaba en tus expectativas la popularidad. ¿Es realmente tan importante ser popular?

No lo sé. Es sólo que a veces uno siente que no es nadie y nunca será nadie en la vida. Naces, vives y mueres y a nadie le importa ni le importará.

-Pero tú tienes familia...

No me refiero a ellos, me refiero al mundo. A la historia. La popularidad te hace olvidar el vacío y la muerte, al menos por un tiempo. Es probar la trascendencia.

-¿Trascendencia? Eso sí lo puedo entender mejor. Pero es sencillo, todas las especies tienen resuelto ese conflicto, para eso se reproducen, no sólo biológica, sino también culturalmente. De esa forma los seres finitos experimentan la trascendencia. ¿Ustedes no lo logran también?

Sí... tal vez... no lo sé. Tener hijos es genial, pero a la larga sólo serás una historia contada.

-No, no lo has comprendido... No es así. Tu vida puede ser vida en tus descendientes, la crianza que moldea a los pequeños es la forma en la que vives a través de ellos, haciendo un mundo mejor... o no. En realidad, logrando ponerlos donde deben estar. Para abrazar su destino.

Nadie quiere ser sólo uno más del montón. Todos queremos destacar, ser especiales. Diferentes.

-¡Pero si todos lo son!

Cambiar el mundo...

-El mundo cambia cuando debe hacerlo, y no por una persona sino por una generación. Los hice a todos hermosos, complejos, únicos. El proceso en el que crecen y se desarrollan es maravilloso, y se reproducen, como todas las especies, dejando a su paso cultura. ¿Qué hay de mal en eso? ¿te acomplejas de ser sólo tú? Ves la vida como un escenario en el que las luces alumbran sólo a una persona. Pero ni el teatro ni la vida es así, las luces se mueven de personaje en personaje siguiendo la acción y eso permite que se cuente la historia. El universo es así, a gran escala, todos los que intervienen en una obra son fundamentales.

Aún así todos trataríamos de tener el protagónico.

-¿Buscas atención? ¿aprobación? Que alguien sea conocido no lo hace ni mejor ni peor, sólo lo hace público. Pero ser de dominio público tiene también serias consecuencias. Ser el que "descubrió tal" o el que "hizo cual" también te despersonaliza... Recuerda que las luces siguen la acción, que se da a través del personaje, pero no al personaje en sí. Yo entiendo que a veces miras el mundo y parece frustrante que las cosas sigan un curso destructivo, pero si es preciso que "cambies el mundo" te daré el momento y las herramientas para hacerlo, siempre. De alguna forma siempre lo haces, aunque no lo veas. No confundas lo público con lo importante, nunca. Y tampoco creas que lo importante es siempre trascendente. Lo importante es, como ya dijeron antes, el aleteo de una mariposa que crea una tormenta al otro lado de tu planeta; pero lo trascendente es lo que vuestra cultura puede hacer al enfrentar la tormenta, mientras cuida a la mariposa. Ninguna de esas cosas será pública, te lo aseguro. menos en esta era informática, en que el foco de atención cambia cada hora; sin embargo, ellas seguirán siendo importantes y trascendentes mientras en el plano de lo público se suceden papas, teorías new age, supuestas revoluciones políticas y kardashians.



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