lunes, 8 de diciembre de 2014

Navidad.

Se acerca la Navidad.

-Cierto.

...

-¿Qué pasa?

¿Tiene algún sentido la navidad para ti?

-Puede. Me gusta cuando se unen las familias, cuando se preocupan de lo que el otro quiere la necesita, cuando padres e hijos se preguntan: ¿Es una buena vida la que tenemos? Y dan gracias, y están felices y en paz. Eso me encanta de la navidad. Pero el consumo desmedido, los padres que no entregan sino objetos a sus hijos mal criándolos a ser consumistas inconscientes, la envidia, la competencia materialista no me gustan nada.

¿No nació Jesús en esa fecha?

-¿Importa? La verdad es que los humanos necesitan celebrar de vez en cuando, más allá del motivo de la celebración. El nacimiento de Jesús podría haber sido en cualquier fecha, lo importante es que lo recuerdan un día, y ese día es motivo de alegría.

¿Y qué pasó con Jesús?

-Jesús fue un gran tipo. Él se prestó para cambiar el mundo, y le costó la vida.

¿Era tu hijo?

-Había mucho de mí en él, sí... Estás haciendo preguntas que no debo contestar.

Lo siento.

-Es parte de la vida descubrir cuál es la semilla de verdad que se ha alojado en tu corazón, no puedo darte más. Tú eres una chica inteligente, y tienes la inquietud. Contempla y aprende.

Es que es una fecha de gran efervescencia religiosa. Es difícil escapar de ciertas preguntas.

-Lo sé, y me gusta. En la sociedad que han creado si no fuera por estas fechas jamás se detendrían a pensar en temas espirituales. Las religiones y sus fiestas tienen ese objetivo: ser un paréntesis espiritual, una experiencia mística. También están el arte y el amor.

Me gusta verlo de esa forma. Es menos antojadizo que celebre navidad sin siquiera ser cristiana.

-Ah... Eres una ladina...

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